Nuestras células familiares representan la iglesia “pequeña” dentro de la iglesia grande. Son el lugar ideal para confraternizar con nuevos hermanos, estudiar la Palabra de Dios, testificar de las bendiciones de Dios y presentar nuestras peticiones de oración. También son el lugar ideal para crecer en el discipulado cristiano sirviéndonos unos a otros como maestros, intercesores de oración y adoradores. Si alguien busca un lugar para hacer nuevos amigos, crecer espiritualmente y servir a Dios y a los demás, los grupos celulares son la respuesta.